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Ayudas para la marcha. ¿Qué son y por qué ayudan a reducir las caídas?

ayudas para la marcha
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Existen varios tipos de ayudas para la marcha. Los caminadores , con conteras fijas y los rollators con ruedas. Hay una amplia gama disponible, con una variedad de características para reducir las caídas en función de cómo y dónde se utilizarán.

Los caminadores con conteras ofrecen mayor soporte, por el contrario, los rollators con ruedas pueden ser más fáciles de mover y se adaptan mejor al aire libre. El ancho del marco afecta a la estabilidad, pero también a la facilididad para maniobrar en interiores. Algunos ofrecen frenos, asientos o bolsas de almacenamiento, y algunos modelos son plegables para su almacenamiento o transporte.

Las ayudas para la marcha deben seleccionarse según el grado de asistencia que se necesita y cómo se usarán. Todas las ayudas para la marcha comparten algunas características clave que pueden aumentar el equilibrio y evitar caídas.

 

Aumentar la base de soporte

Mantener el equilibrio depende de la capacidad para mantener el cuerpo en el medio de la base de soporte, que es el punto en el que se tiene contacto con el suelo. Solo los pies dan una base estrecha, con solo dos puntos de contacto directamente con el suelo. Los andadores aumentan la base de apoyo a cuatro puntos adicionales en un área de superficie más amplia, proporcionando mucha más estabilidad.

Tener una base más amplia de apoyo es a menudo el mejor remedio para reducir las caídas. Todas las ayudas para la marcha ofrecen una base de apoyo más amplia. La cantidad de puntos en contacto con el suelo y la diferencia entre ruedas o tapones influirán en la estabilidad.

 

Mantener una buena postura

Muchas personas con dificultades para caminar desarrollan posturas encorvadas. Esto puede generar problemas de equilibrio al desplazar el centro de equilibrio hacia adelante, aumentando el riesgo de caer hacia adelante.

Las ayudas para la marcha ofrecen un apoyo en los brazos para mantener una postura más erguida. Esto puede reducir las caídas y prevenir otros problemas de movilidad, como dolor de espalda.

 

Reducir la necesidad de andar arrastrando los pies

Para aquellos con problemas de equilibrio es común desarrollar un modo de andar arrastrando los pies para compensar. Esto ralentiza la marcha y es más fácil enredarse con los pies o tropezarse con las cosas.

Si se seleccionan y utilizan correctamente, las ayudas para la marcha aportan un soporte adicional para permitir un patrón de marcha más normal, con una mejor distancia al suelo, velocidad y longitud de cada paso.

 

Distribución de peso y protección de las articulaciones

Las ayudas para la marcha distribuyen su peso sobre un área de superficie más amplia incluyendo los brazos. Esto reduce la tensión en las caderas y rodillas. Una mejor distribución del peso no solo hace que caminar sea más cómodo, sino que también ofrece protección para las articulaciones de las personas con enfermedades articulares.

Para aquellos que se cansan fácilmente, esta distribución de peso más amplia también influye sobre las distancias que puede llegar a caminar. Además, algunas ayudas para la marcha  disponen de un asiento que permite descansar cuando sea necesario.

 

Las ayudas para la marcha proporcionan confianza

Incluso las leves dificultades para caminar o el miedo a caerse pueden llevar a la pérdida de confianza, lo que puede provocar caminar menos y esto puede agravar las dificultades para desplazarse. El apoyo y la estabilidad que aportan las ayudas para la marcha reducen el riesgo de caídas, permiten caminar más lejos y ofrecen un medio para mantener un alto nivel de independencia.

Del mismo modo que todos buscamos una mano o una barandilla sobre un terreno difícil, las ayudas para la marcha pueden dar el apoyo y la confianza para continuar incluso si se experimenta alguna dificultad.

Existen algunos riesgos asociados con el uso inadecuado de las ayudas para la marcha, por lo tanto, siempre hay que buscar asesoramiento profesional sobre la elección correcta y leer el manual de usuario que viene incluido y que dirá cómo usarlo de manera segura.

 

Autor: Clare Schwalbe